Si entre la una y las dos de la tarde alguien hubiera preguntado por los 22 jugadores que salieron al Cumaná, no los hubiera encontrado. Porque en la cancha, al parecer, no estuvieron. El primer tiempo no tuvo una sola ocasión de peligro. El conteo de tarjetas amarillas fue lo más interesante que pudo registrar la libreta periodística en esos primeros 45’.
Apenas ‘Baloncito’, la mascota de Inti Gas, sacó algunas sonrisas cuando, durante el entretiempo, se acercó al árbitro Iván Chang y simuló darle una patadita por la retaguardia sin que este se percatara. La tribuna despertó e hizo que su equipo también lo hiciera. Ospina le dio mayor libertad a sus laterales (Reaño y Zapata) y estos, fundamentalmente con pelotazos, empezaron a inquietar la valla de Lanz, más eficiente que de costumbre.
Avanza con su Reaño
Con un planteamiento idéntico al que le dio el triunfo sobre Alianza el último domingo, el cuadro de Cardama parecía sobrio hasta que la locura de Espinoza desbarató todos sus planes. Con uno menos en la altura, ya era imposible resistir. Inti Gas creció en volumen ofensivo y encontró el gol a los 68’ con un remate esquinado, desde fuera del área, del sorprendente Renzo Reaño.
Cero respuesta
Con el gol en contra, Alianza Atlético no pudo más. Se quedó sin alternativas, porque a Benítez, Aponte y Maraude (ingresado en el segundo tiempo) no les llegó un solo balón interesante. El reaparecido arquero Anzola tuvo una jornada de descanso. Para los churres ya solo cabía evitar la goleada, y lo consiguieron. Un error en salida de Lanz, que malogró una excelente actuación, le permitió a Velarde conseguir el 2-0 de cabeza. Y hasta allí hubo partido.
El equipo de ‘Peinadito’ recuperó la eficacia como local e hizo volver a Alianza Atlético a la realidad de las últimas posiciones. El partido dejó poco fútbol y se salvó solo por las anécdotas que dejaron la performance de ‘Baloncito’ y la desinhibición de Espinoza. Al menos evitaron el malhumor.
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